miércoles, 19 de diciembre de 2007

Viajes: Hoyorredondo, Ávila (2)


Otro momento del paseo matutino, un domingo. Hacía frío. Habíamos dormido poco y teníamos algo de resaca. Vimos a un pastor con sus ovejas y su perro. Para mí eso fue tan exótico como ver a un zulú. No es para enorgullecerse, ciertamente.

Viajes: Hoyorredondo, Ávila


El que me conozca sabe que soy fundamentalmente una urbanita. Eso no significa que a veces no vaya al mundo rural (otro planeta, para mí). Hace varios fines de semana estuve en este pueblo: Hoyorredondo. Cuando llegué no podía creer que ni siquiera hubiera un bar. ¿Qué se puede hacer en Hoyorredondo? Estar estando. O caminar. Por caminos como éste.

domingo, 16 de diciembre de 2007

DIARIO DE ESPECTÁCULOS III

Aún tengo que comentar algo sobre otra obra que vi en noviembre: Olvida los tambores. Es una obra de Ana Diosdado. Los actores son todos muy conocidos de la televisión, así que te pasas un buen rato diciendo: "Ah, ése es el que sale en...". Cuando vi la obra volví a tener la incómoda sensación de que en el cine y en el teatro (más comercial) en España las caras que se ven son siempre las mismas, lo cual no dice mucho de nuestro panorama artístico. En cuanto a la obra, me gustó, la verdad, sin tirar cohetes. La historia habla de la gente joven, justo en el momento anterior a la muerte de Franco. Una pareja casada vive en casas separadas. Esta pareja contrasta vivamente con el matrimonio convencional que forman la hermana de ella y su marido. Durante la representación pensaba en la actualidad de esa obra: ¿hay gente que sigue viendo ese choque entre lo muy convencional y lo rompedor? ¿La gente joven de hoy seguimos siendo tan maniqueamente distintos: unos se fijan en las reglas sociales, otros intentan romperlas? El discurso me pareció, en general, un poco trasnochado, a pesar de la viveza de las interpretaciones (bastante buenas, todo sea dicho). Como pieza que sirva para entender una época de nuestra historia me pareció interesante. Pero como ya he dicho, creo que la preocupación de la gente joven de hoy día no son las reglas sociales. De una manera o de otra, todos nos sometemos a algunas y nos separamos de otras. No hay transgresión ahí, ni interés. ¿En qué se puede transgredir hoy? ¿De qué, en realidad, nos preocupamos? Haría falta una obra como esa, pero que contara cosas de hoy. A ver quién se atreve...